LOS BENEFICIOS DE COMER ALIMENTOS ORGÁNICOS

(Fragmento extraído del Independent Science Report, The Case for a GM-Free Sustainable World  www.indsp.org)

Traducción: Dr. Jorge Kaczewer

 

Menos residuos químicos

Una revisión extensa de investigaciones científicas realizada por la Soil Association de Inglaterra mostró que, en términos de promedios, la comida orgánica es mejor para nosotros que la convencional (1). Primeramente, es más segura, ya que la agricultura orgánica prohíbe el uso rutinario de pesticidas y herbicidas que se da frecuentemente en combinaciones potencialmente peligrosas. En la contratapa del informe, la Sociedad Británica de Medicina Nutricional, Medioambiental y Alergia afirma: “Ya hace mucho tiempo creemos que las tan comunes deficiencias de micro nutrientes en nuestros pacientes tienen como causa la depleción de minerales de los suelos trabajados con agricultura intensiva, y sospechamos que las exposiciones a pesticidas están contribuyendo al alarmante incremento de alergias y otras enfermedades.

Los efectos negativos de los pesticidas sobre la salud incluyen neurotoxicidad, disrrupción del sistema endocrino, carcinogenicidad y supresión del sistema inmunológico. Los impactos de la exposición dietaria a residuos de pesticidas a niveles típicamente hallados en los alimentos son menos fáciles de establecer, pero un enfoque precautorio es necesario. Mientras que existen niveles de seguridad recomendados para los pesticidas, los propios estudios del gobierno inglés demostraron que los niveles promedio de residuos en alimentos podrían estar subinformados.

Las investigaciones también sugirieron que la exposición a pesticidas afecta la función reproductiva masculina, generando una reducción de la capacidad fertilizadora del esperma y de las tasas de fertilización (2). Coincidentemente, miembros de una asociación de agricultores orgánicos danesa, cuya ingesta de productos lácteos orgánicos era de al menos un 50% del total de su consumo de lácteos, presentaron una alta densidad espermática (3). En otro estudio, la concentración espermática fue un 43,1% mayor entre varones consumidores de alimentos producidos orgánicamente (4).

Los niños, particularmente, podrían beneficiarse enormemente con una alimentación orgánica. Un grupo de científicos monitoreó a niños pre-escolares en Seattle, Washington, para determinar su exposición dietaria a pesticidas órgano fosforados (PO) (5). La concentración total de metabolitos dimetilados fue aproximadamente seis veces mayor en los niños con dietas convencionales respecto de los alimentados orgánicamente. La dosis calculada sugiere que el consumo de frutas, vegetales y jugos orgánicos puede reducir los niveles de exposición desde valores por encima hasta cifras inferiores a las de los lineamientos impartidos por la EPA norteamericana, modificando de este modo las exposiciones de un rango de riesgo incierto a un rango de riesgo desdeñable. El estudio concluyó que el consumo de productos orgánicos podría constituir para los padres una manera simple de reducir en sus hijos la exposición a PO.

 

Más sanos y nutritivos

Adicionalmente, la producción orgánica de alimentos prohíbe el uso de aditivos alimentarios artificiales tales como grasas hidrogenadas, ácido fosfórico, aspartamo y glutamato monosódicos, los cuales fueron relacionados con problemas de salud tan diversos como enfermedad cardiovascular, osteoporosis, migrañas e hiperactividad (1).

Es más, mientras que las plantas extraen del suelo un amplio espectro de minerales, los fertilizantes artificiales sólo reponen unos pocos minerales principales. Existe una clara declinación de largo plazo en el contenido de minerales en trazas de frutas y vegetales, y la influencia de las prácticas agrícolas necesita ser investigada más consistentemente. La revisión de la Soil Association (1) determinó que la comida orgánica contiene mayores concentraciones de vitamina C, minerales y fitonutrientes que la comida convencional.

Los alimentos convencionales también tienden a contener más agua que los orgánicos, los cuales a su vez tienen más materia seca (20% mayor) respecto de un peso total dado (1). Por ende, el mayor costo de los productos orgánicos es en parte determinado por los compradores de alimentos convencionales que están pagando el peso extra del agua y recibiendo sólo un 83% de los nutrientes disponibles en los productos orgánicos. El mayor contenido acuoso también tiende a diluir el contenido de nutrientes.

Los estudios con seres humanos y animales alimentados con comida orgánica demuestran efectos reales sobre la salud, y las terapias alternativas del cáncer han logrado buenos resultados basándose en el consumo exclusivo de alimentos orgánicos. La revisión (1) cita evidencia clínica reciente generada por médicos y nutricionistas dedicados al tratamiento «alternativo” del cáncer, quienes observaron que una dieta totalmente orgánica es esencial para un resultado exitoso. Las terapias nutricionales del cáncer evitan contaminantes y toxinas tanto como sea posible, y promueven el consumo exclusivo de alimentos orgánicos y aumentos en la ingesta de nutrientes. Estudios de alimentación animal también demostraron mejor salud reproductiva, mejor crecimiento y mejor recuperación ante enfermedades.

Una revisión de la literatura sobre 41 estudios y 1.240 comparaciones (6) halló diferencias estadísticamente significativas en el contenido de nutrientes de cultivares orgánicos y convencionales. Esto se atribuyó primariamente a diferencias en el manejo de la fertilidad del suelo y sus efectos sobre la ecología del suelo y el metabolismo vegetal. Los cultivares orgánicos contenían significativamente más nutrientes –vitamina C, hierro, magnesio y fósforo- y significativamente menos nitratos (una sustancia tóxica) que los cultivos convencionales. Existieron rasgos no significativos mostrando menos proteína en los cultivos orgánicos. Sin embargo, éstos resultaron de una calidad mejor y tuvieron mayor contenido de minerales nutricionalmente significativos, con menores concentraciones de algunos metales pesados en comparación con los cultivares convencionales.

 

Propiedades anticancerígenas

Los fenólicos vegetales (flavonoides)  son metabolitos secundarios de las plantas cuya función es protegerlas contra la predación de insectos, la infección bacteriana y fúngica y la foto-oxidación. Además, se descubrió su efectividad en la prevención del cáncer y las enfermedades cardíacas, y para combatir disfunciones neurológicas relacionadas con la edad. Un reciente estudio científico (7,8) comparó el contenido fenólico total (FT) de moras, frutillas y maíz cultivados mediante métodos orgánicos y otras técnicas sustentables y prácticas agrícolas convencionales. Se constataron consistentemente en alimentos orgánica y sustentablemente cultivados niveles de FT estadísticamente mayores, en comparación con aquellos producidos por la agricultura convencional.

Un estudio anterior que comparó compuestos antioxidantes en duraznos y peras orgánicos y convencionales determinó que una mejora en el sistema de defensa antioxidante de las plantas ocurrió como consecuencia de las prácticas de cultivo orgánico (9). Es probable que esto genere protección contra el daño de frutos cuando sean cultivados en ausencia de pesticidas. Por ende, la agricultura orgánica, la cual elimina el uso rutinario de pesticidas sintéticos y fertilizantes químicos, podría crear condiciones favorables para la producción de fenólicos vegetales salutíferos.

Estos y muchos otros beneficios para la salud de los alimentos orgánicos han sido presentados ante el gobierno de Inglaterra (10,11). Entre los temas discutidos se hallan los costos ocultos de la agricultura convencional, los cuales no son calculados en el precio. Si se los tomara en cuenta, los alimentos producidos convencionalmente resultarían más caros que la comida orgánica. Por ejemplo, evitar la epidemia de “vaca loca” mediante la agricultura orgánica podría haber logrado un ahorro de 4,5 billones de libras esterlinas. Ningún animal nacido y criado en una granja orgánica en el Reino Unido contrajo la encefalopatía bovina espongiforme.

 

REFERENCIAS

 

  1. Heaton S. Organic farming, food quality and human health: A review of the evidence, Bristol: Soil Association 2001.
  2. Tielemans E, van Kooij E, te Velde ER, Burdorf A and Heederik D. ‘Pesticide exposure and decreased fertilisation rates in vitro’, The Lancet 1999, 354, 484-485.
  3. Abell A, Ersnt E and Bonde JP. ‘High sperm density among members of organic farmers’ association’, The Lancet 1994, 343, 1498.
  4. Jensen TK, Giwercman A, Carlsen E, Scheike T and Skakkebaek NE. ‘Semen quality among members of organic food associations in Zealand, Denmark’, The Lancet 1996, 347, 1844.
  5. Curl CL, Fenske RA and Elgethun K. ‘Organophosphorus pesticide exposure of urban and suburban preschool children with organic and conventional diets’, Environmental Health Perspectives 2003, 111(3), 377-382.
  6. Worthington V. ‘Nutritional quality of organic versus conventional fruits, vegetables, and grains’, The Journal of Alternative and Complementary Medicine 2001, 7(2), 161–173.
  7. Asami DK, Hong YJ, Barrett DM and Mitchell AE. Comparison of the total phenolic and ascorbic acid content of freeze-dried and air-dried marionberry, strawberry, and corn grown using conventional, organic, and sustainable agricultural practices, Agric. Food Chem. 2003, 51(5), 1237-1241, 10.1021/jf020635c S0021-8561.
  8. Cummins J. ‘ Organic agriculture helps fight cancer ’, ISIS Report 27 March 2003; also Science in Society Spring 2003, 18 , 18
  9. Carbonaro M, Mattera M, Nicoli S, Bergamo P and Cappelloni M. ‘Modulation of antioxidant compounds in organic vs conventional fruit (Peach, Prunus persica, and Pear, Pyrus communis L.), J. Agric. Food Chem. 2002, 50, 5458-5462.
  10. Novotny E. ‘Report IV – The Wheel of Health’ (in the Chardon LL T25 maize hearing listings) 2002, http://www.sgr.org.uk/GMOs.html
  11. Novotny E. Letter to MSPs on the Organic Farming Targets Bill, 2003, http://www.sgr.org.uk/GMOs.html